Araitz y Platerito

Araitz y Platerito

Ilustración de Elisa Amann

Audio 6, Unai trota con Platero, 3ªparte. Platero y las palabras olvidadas

 

—Veréis, Platero tiene cosquillas.

—¿De verdad? —Ixone se reía, sin creérselo.

—¡Pues vais a ver!

Entonces la niña chica metió su manita en la bocaza de Platero y Platero empezó a rebuznar, loco de contento. Todos se reían y la niña metía su mano una y otra vez en la boca del burrito. Platero movía la cabeza rebuznando sin parar.

Platero rebuzna sin parar y, entonces a lo lejos, se escucha otro rebuzno lejano. ¿Sabéis qué es?. Platero levanta las orejas, pensando que es otro burro.

Esta anécdota está basada en dos cuadros de Platero y yo; uno es el XXXIV y otro el CI.

Audio 5. El eco. Platero y yo.

Los niños y Platero están muy contentos. Se han divertido mucho con los rebuznos y el eco. Araitz se acerca al burrito, se abraza a su cuello diciéndole:

—¡Platerito! ¡Platerito!

—¡Anda, le ha llamado Platerito! —dijo Ixone—. ¡Eso se lo ha inventado Araitz! Tengo una idea: ¿Por qué no nos inventamos nombres?

Así comienza el juego de inventar nombres para Platero. Plateriquillo, Platerucho bonitillo, Platerito, el más bonito… Rocío y la niña chica le llaman Platerón, Platerillo, Platerete y Platerucho. Es el encuentro con esas niñas del campo y, sobre todo con Platero, lo que despierta la creatividad y el lenguaje en Araitz, Ixone y Unai. Imaginaos qué importante es para ellos poder crear nombres porque la enfermedad que tienen es una ladrona de palabras; poco a poco les va robando las palabras.

 

Y ahora te toca a ti:

 

Fíjate en el título que el poeta da al capítulo que he leído. Platero se extraña cuando su rebuzno se repite.

¿Qué cree que es? El título te da la pista. La pregunta concreta que te hago es: ¿Cómo se titula el capítulo que he leído?

 

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