Piratas en el colegio. Cap. 2. El bosque oscuro

 

Piratas en el colegio. Cap. 2. El bosque oscuro

Ilustración de Jesús Delgado 

 

Nuestros amigos han decidido buscar el tesoro escondido de los piratas.

Han empezado las clases, tras el día de la fiesta de entrada en el colegio. Javier, Noam y Pablo están sentados juntos en el aula y también Kirsten, una niña que ha llegado de Alemania y que se hará buena amiga del grupo. María está en la otra clase, pero no importa porque coinciden en los recreos.

Hoy los vemos primero en clase con la profesora de Lengua, Carmen, que les enseña un lenguaje secreto.

-Os voy a enseñar un lenguaje secreto. Cuando lo sepáis, podréis comunicaros con mensajes sin que nadie  a vuestro alrededor se entere. ¿Conocéis  ya las letras?

Los niños la quieren mucho, porque es muy cariñosa y tiene una gran complicidad con ellos. Juegan con las letras, haciendo mímica. Para Navidad los niños lo dominarán y podrán comunicarse con ese código secreto.

Cuando suena el timbre,  nuestros amigos salen al jardín y se disponen a ir al bosque, un buen lugar para esconder un tesoro.

El bosque oscuro es un rincón del colegio, cerca del Kindergarten (El Jardín de Infancia) que les atrae porque tiene muchos árboles y arbustos, formando una pequeña selva.

-Yo  me meto -dijo María muy resuelta.

María era muy decidida y siempre estaba dispuesta a arriesgarse en todo lo que se les ocurría.

(…)

-Toma un  palo, María. Dale ahí, que parece que la tierra está más suelta.

María le hizo caso y empezó a remover la tierra un  poco húmeda. Estaba suelta y  se movía bien. De pronto algo les hizo salir dis­ parados hacia atrás.

-¡Una serpiente! -gritó María con  todas sus fuerzas, al tiempo que  retrocedía a toda velocidad.

El grito de María les hace retroceder. El timbre suena indicando que el recreo ha terminado. Se miran. ¡Están llenos de tierra!

-Haceg así -propuso Kirsten sacudiéndose la tierra de las  rodillas con las  manos.

Le hicieron caso.

-¡Corred, corred,  que vamos a llegar tarde! -alertó María.

Subieron corriendo las escaleras hasta su clase. Así terminó la  aventura de la pausa aquel día. No habían encontrado el tesoro,  ni tan siquiera habían podido empezar a excavar, pero sabían que en el bosque  oscuro había una  serpiente.

¿Por dónde seguirán la búsqueda del tesoro? Les acompañaremos en la siguiente aventura.

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