El misterio del cisne negro. Rara avis. Cap. 8. ¿Una tumba?

El misterio del cisne negro. Rara avis. Cap. 8. ¿Una tumba? 

Ilustración de Jesús Delgado

 

Nuestros amigos han descubierto el siguiente lugar donde tienen que buscar RARA AVIS. Las letras R.S.C. S. I. quieren decir: Residencia, Sagrado Corazón y San Ignacio. La partitura era el inicio del himno de San Ignacio y eso ha aclarado que la siguiente pista está en la iglesia de los jesuitas.

Antes de ponerse en marcha para investigar la iglesia, deciden hacer un mapa de hallazgos, como han visto en alguna película.

Robo en La Alhóndiga

Carta de Peru y plano RARA AVIS

Agustinos, San José

Partitura

Residencia, Sagrado Corazón, San Ignacio

La iglesia de los jesuitas, conocida como la Residencia, les impresiona; las bóvedas de las naves laterales parecen un cielo estrellado. No tardan en encontrar a San Ignacio en una de las capillas.

Altar de San Ignacio en la iglesia de la Residencia. Bilbao

 

Miran con curiosidad al santo que porta una bandera. En un lateral del altar encuentran una puerta oculta.

En cuanto sus ojos se acostumbraron a la oscuridad pudieron observar que una escalera de madera arrancaba de la base del altar. La linterna les iluminó el inicio de las gradas, pero nada más. ¿Dónde llevarían? Se quedaron pensativos. ¿Tendrían que meterse por ahí, un sitio tan oscuro? Igual estaba lleno de ratas o ratones. Un escalofrío recorrió la piel de Javier.

Pero no lo dudan, pues suponen que puede ser un buen escondite para RARA AVIS. María y Javier se introducen por el hueco y descienden. Solo llevan una linterna y está muy oscuro.

Ya estaban los dos abajo. Había mucha humedad. 

—Esto será la tumba de San Ignacio, Javier, mira eso.

María señalaba un rectángulo en el suelo que no podían ver muy bien, porque la linterna que tenía daba una luz muy mala. Javier miró el punto que decía María y no comentó nada, tratando de recordar dónde estaría la tumba del santo.

—Vamos a mirar las paredes por si vemos la señal.

Javier enfocó la linterna hacia la pared, encima de la zona del suelo que María señalaba. Un pequeño cartel con un rayo quebrado destacaba sobre un fondo amarillo.

—¿Qué será eso?

María acaba de hacer la pregunta cuando de pronto un ruidito llegó a sus oídos y una sombra pasó rápidamente por sus pies.

—¡Ay, una rata!

La rata les ha hecho subir rápidamente.

—¿Qué habéis encontrado? —preguntó Pablo, impaciente.

—Ha salido una rata y hemos subido a todo correr. Yo creo que está ahí San Ignacio enterrado.

—No, María, no está ahí —dijo Javier con seguridad—. Yo sé que está en una iglesia de Roma, porque me lo ha contado mi abuela, que la ha visto.

—¡Ah, bueno! Entones no es San Ignacio, pero puede que sea una tumba. ¿A que habéis escuchado que en las iglesias hay tumbas?

No han encontrado lo que buscaban, aunque ha sido muy excitante para ellos bajar a aquel lugar que han creído que era la tumba del santo.

En ese momento Gabriele descubre la señal: «Migad GAGA AVIS».  Está en un templete del altar de San Ignacio. Prueban a moverlo y se abre dejando ver un pequeño armario. Allí encuentran la siguiente pista: un sobre viejo.

En ese momento una voz inesperada les asustó. El hombre que pedía en la entrada y que les había amenazado estaba a su lado, blandiendo la muleta.

—Eso será para mí. Os estaba vigilando. Seguro que es dinero.

Pero ellos salen disparados con el sobre en la mano, al encuentro de Manuel, el hermano de Javier que los espera en la puerta de la iglesia.

¿Qué contendrá el sobre? Tendremos que acompañarlos el siguiente día para conocerlo.

Antes de terminar quiero recordarte que San Ignacio de Loyola está enterrado en Roma, en una iglesia preciosa que se conoce como la Chiesa del Gesù. Te dejo aquí una foto de la Capilla de San Ignacio que alberga su tumba.

Capilla de San Ignacio en la iglesia del Gesù, en Roma

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