Unai trota con Platero 1ªparte. Platero y las palabras olvidadas
Ilustración de Elisa Amann
Audio 4, Unai trota con Platero 1ªparte. Platero y las palabras olvidadas
La niña chica y el naranjal
Seguramente te extraña esta forma de llamar a la amiga de Rocío: niña chica. Quiere decir niña pequeña y se utiliza mucho en Andalucía. Se llama Montemayor, que es el nombre de una Virgen que se venera allí, en Moguer. Tiene una ermita a las afueras del pueblo. Ya sabemos que la niña chica es amiga de Platero y que lo llama con diferentes nombres. Rocío explica a nuestros protagonistas que está en el naranjal, en el campo de las naranjas. Hacia allí van a buscarla y recordemos que Unai va a lomos de Platero.
—¡Arre, Platerillo —cantaba alegre Rocío—, que la niña chica nos dará naranjas! A Platero le gustan las naranjas, mandarinas y las uvas moscateles. Cuando terminan de recoger las uvas en las viñas, vamos a buscar los racimos olvidados. Y también le gustan los higos —seguía contando Rociillo.
Platero y los niños avanzan por un sendero entre los altos pinos. El suelo es de arena y el trotecillo suave de Platero va levantándola. Las niñas se entretienen cogiendo flores y haciendo unas coronas con ellas. Así, entre risas y flores, llegan al campo de los naranjos donde está la niña chica.
Audio 5, Unai trota con Platero 2ªparte. Platero y las palabras olvidadas
La niña, en medio de los árboles, miraba hacia donde venían las voces. Dos trenzas pequeñitas asomaban bajo un sombrero un poco roto que la protegía del sol. Llevaba un vestido azul de tirantes, un poco descolorido. La pequeña tenía diez años como su amiga.
La niña chica se extraña de que Araitz e Ixone llevan pantalones. A ella le parece que van «vestidas como los chicos». Seguramente a ti no te parece nada extraordinario, claro. ¿Por qué crees que le sorprende a la niña chica?
Verás, en el cuento todos, nosotros y los protagonistas, hacemos un viaje al pasado, al tiempo en el que vivió Platero hace ya cien años. Entonces no era corriente que las niñas vistieran pantalones; llevaban vestidos como Rocío o la niña chica. Este viaje a ese tiempo nos hará comprender otras diferencias con nuestra vida actual. Te adelanto una: Rocío y la niña chica trabajan en el campo, ayudan a sus padres. La niña chica cuida el naranjal y Rocío vende piñones. Más tarde conoceremos a otra niña que va tirando de una carretilla.
Audio 4. La granada, Platero y yo.
Y ahora te toca a ti:
A Platero le gustan las naranjas. En el primer capítulo de Platero y yo escribe el poeta:
Le gustan las naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar …
¿Qué más le gusta a Platero? ¿Cómo continúa el párrafo que he cortado?
Para contestar a esta preguntar puedes escuchar de nuevo el audio 1 de Platero y yo.